Si no reflexionas, ¿Qué aprendes?
He pensado sobre esto en los últimos dos minutos y me he dado cuenta de cuanto nos podríamos haber evitados si nos hubiésemos detenido a pensar.
Como mentes jóvenes no estamos diseñados para pensar de verdad, hasta que se llega a cierta edad. No quiero decir que todos sean de la misma manera, alguno tienen el fortunio de pensar antes de actuar, desde muy temprano.
Pero tengan en cuenta que reflexionar no es una excusa para detenerse. Los momentos de reflexión son determinados y surgen mágicamente, al menos para mí.
Por ponerles un ejemplo:
Si hace dos años me hubiese detenido a pensar, me hubiera dado cuenta de que ciertas amistades, uno: no eran verdaderas; y dos: eran autodestructivas.
Sin embargo, no es mi punto. Hacerlas sentir mal, en lo absoluto. Mi punto es que cada vez que le den vuelta a un asunto o descubran algo acerca de lo que se podría mejorar, no se abstengan de tomar la elección correcta tan pronto como la oportunidad surja.
Sí. En otras palabras.
No cometas el mismo error dos veces. Porque entonces, ¿Qué aprendiste?
Dudo mucho que alguien aprecie desperdiciar el tiempo enredándose en la misma situación de nuevo. Digo, la vida es demasiado corta para cometer semejante estupidez (no llamo a nadie estúpida).
Y si, tal vez la cometimos, pero entonces será mejor darse cuenta a la tercera, ¿no? Después de todo no somos perfectas, y a veces, las circunstancias son cegadoras.
Reflexionar puede ser frustrante, y sobretodo doloroso porque te das cuenta de cuanto desearías ser una ignorante de nuevo. Pero seamos realistas, nadie mas se iba detener por nosotras para hacérnoslo saber. Nadie mas vivió lo que tu viviste, de modo que el descubrirlo era inevitable.
Es mas una cuestión de identidad y formación personal.
Reflexionar es el siguiente paso para cambiar y corregir.
Lo digo por experiencia propia.
Y no olvides...
Piensa dos veces antes de hablar.
1. Para buscar las palabras.
2. Para saber cómo decirlas.
Shannon PJ
0 comentarios